Alberto Campo Baeza, arquitecto y catedrático, su obra ha sido ampliamente premiada, divulgada y publicada en numerosos libros y en las más importantes revistas de arquitectura del mundo.
He leído que en su biblioteca hay más libros de poesía que de arquitectura…. ¿Cómo describiría lo que le proporciona la poesía a la hora de pensar en arquitectura?
La precisión. En poesía se afinan continuamente las palabras. Pues en arquitectura también. En arquitectura hay que afinar las ideas y su materialización palabra a palabra, dibujo a dibujo, plano a plano, espacio a espacio.
¿Cuánto hay de emocional en sus proyectos?
Lo justo, que es mucho. Que viene de la mano de la razón que es el primer y principal instrumento para un arquitecto.
Goya decía y dibujaba en aquel grabado universal, el número 43 de la serie de los Caprichos “ El sueño de la razón produce monstruos” pero a continuación escribía: “ La fantasía abandonada de la razón produce monstruos imposibles: unida con ella es madre de las artes y origen de las maravillas”.
En sus proyectos predomina el color blanco y en su día a día ¿es el color blanco su color?
Blancas son mis camisas. Blanco es el papel que mancho con mis poemas y mis dibujos, con mis cartas y mis textos. Blanco es el papel donde se imprimen los muchos libros que leo y blanco el fondo de la pantalla de mi ordenador donde suceden tantas cosas. Y aunque no tengo colgado en la pared el “Blanco sobre blanco” de Malevich, mis amigos me dicen que debería tenerlo.
Podría decir cual es el más apreciado por usted de sus proyectos y porqué…
Una vez más la pregunta de los hijos, ¿a cual quiere más usted? La respuesta más lógica es: al más pequeño. La casa VT en Zahara, Cádiz: un plano infinito frente al mar infinito. Es el proyecto más radical que he construido.
Usted ha confesado que es muy feliz, ¿cómo describiría esa felicidad? ¿Qué es la felicidad para usted?
Aunque suene a tópico, el conseguir hacer felices a los demás. O siguiendo al emperador Marco Aurelio cuyas Meditaciones están sobre mi mesa: “hacía que nadie en su presencia se sintiera inferior”, o “su completa indiferencia a los honores excesivos”. Y añadía: ”para todas estas cosas buenas, el hombre necesita la ayuda de los cielos y del destino”.
¿Qué estilo decoración le gusta?
El estilo sobrio.
Del mobiliario que le muestro a continuación, ¿con cuál se quedaría?
La silla Barcelona. Quizás porque no la tengo.
¿Una obra de arte que admire (pintura/escultura)?
Los pájaros de Brancusi en la National Gallery de Washington
¿Una ciudad en la que no le importaría vivir?
New York, siempre New York. Me escapo allí siempre que puedo.
¿Un lugar para perderse?
Tarifa
¿Un libro?
CERVANTES
Don Quijote de la Mancha. Empezando por las dos páginas del prólogo, geniales.
¿Agua o Aire?
Agua y aire
Agradecer de corazón a Alberto Campo Baeza el tiempo dedicado a esta entrevista.
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